Tanto Wimbledon como el Castillo de Tamarit recibieron ayer la visita de numerosas celebridades para asistir a un espectáculo: el primero abierto al público (un partido de tenis) y el segundo del todo privado (una boda). Deseosos de rostros felicidad, los diarios abren con las sonrisas de Federer y de Iniesta, y se rinden al ocio: el deporte y la prensa rosa (o ambas cosas a la vez). El símil deportivo aparece, a su vez, en la portada de El Mundo para referirse a la «tarjeta amarilla» que el Gobierno central enseñará a las comunidades que no cumplan con los recortes. Pero, bueno, no hay motivos para la alarma, ya que, en una foto para la galería, una nueva pareja de dobles -Hollande y Merkel- se abraza y parece dispuesta a dar lo mejor de sí para Europa. Será también lo mejor para nosotros? Quizás Rajoy, orgulloso con el Códice Calixtino, tendrá que sacar las tijeras…
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