Apenas hace unos días que hablaba del lío mediático causado por el falso anuncio de la muerte de Marcelino Camacho (muerte que, desgraciadamente tuvo lugar días después). Poco a añadir al que ya he escrito, la indignación por las prisas, pésimas consejeras, sigue igual. Pero también, puestos a justificar, es verdad que, con frecuencia, losLeer más