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De declives, cenizos y culpables

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    De declives, cenizos y culpables

    By Toni Rodriguez Pujol | Sala de prensa | 0 comment | 3 abril, 2010 | 0

    El doctor Acarín, a quien empecé a valorar con entusiasmo a partir de la lectura de su libro «El cerebro del rey», comentaba el otro día un periodista de La Vanguardia, que «la vida es una historia que siempre acaba mal» . Más lucidez, imposible.

    Pero también es cierto que la vida, con pequeños retrocesos históricos, progresa, se alarga, se enriquece con nuevos contenidos, mejora sin cesar. Estoy deseando empezar a leer «La ciudad del Born» de Albert García Espuche, para confirmar mi vieja tesis de que el más rico de los barceloneses del siglo XVIII (y del XIX e incluso de la primera mitad del siglo del XX) vivía en condiciones higiénicas, sanitarias, médicas, sociales, ambientales, etc. mucho peores que las que tiene que soportar hoy en día el menos favorecido de nuestros conciudadanos. Y ello, sin añadir las condiciones éticas y morales.

    Todo esto viene a cuento-o no-de un artículo firmado en El Periódico por uno de los más conspicuos gurús de la actual escuela catalana de la predicción catastrófica. Decía el buen hombre, que arrastra una bien ganada fama de cenizo dado que se ha pasado décadas pronosticando la crisis hasta que finalmente el ciclo económico y su higiénica frecuencia histórica le han acabado dando la razón, que Cataluña estaba en declive …

    Caramba, amigo, qué fuerte! Y por qué? Pues porque «por primera vez en la historia, el peso económico de Madrid (18’71%) el conjunto de España superaba el de Cataluña (18’66%)» ·. Hombre, digo yo, la verdad es la que la diferencia no es para ponerse a llorar: los datos son relativos, es decir, están en relación directa y proporcional, Barcelona no es capital del estado español ni de ningún otro , el gran peso de la administración central y de las grandes empresas nacionalizadas es en Madrid, las inversiones en infraestructuras han sido enormemente desequilibradas a favor del centro, la red de comunicaciones es radial y gira en torno a Madrid … Francamente yo pensaba que a estas alturas de la película, la importancia económica de Madrid en el conjunto de España ya debía ser muy superior a la de Cataluña …

    Porque alguna de estas cosas tendrá algo que ver con el «declive», no? ¿O será verdad lo que dice el imaginativo caballero cuando culpa de esta desgracia a Pujol, Maragall y Montilla, sucesivamente preocupados por cuestiones de menor importancia y, como es evidente, de contenido mayormente identitario?. Serán ellos los culpables de la mayor incidencia del paro en Cataluña que en Madrid? Por cierto, tiene mayor incidencia del paro en Cataluña que en Madrid?

    Decía Alejandro Dumas que los que no son capaces de construir nada, sólo encuentran placer en la destrucción de la obra ajena.

    En este caso, se trataría de la destrucción de la autoestima, el amor propio, de la persistencia en el esfuerzo, de la resistencia frente a la instrumentalización de los datos, las ideas y los sentimientos. ¿De qué son culpables Pujol, Maragall y Montilla? De presidir con la mayor dignidad posible el gobierno autonómico de una nación que algunos niegan?

    Es que no tiene derecho Madrid a crecer y Cataluña a compartir con Madrid la enorme carga de tirar del carro de la economía estatal?

    Son preguntas que me hago muy de vez en cuando, a falta de ocupaciones más interesantes.

    Es decir, pocas veces. Casi siempre encuentro algo mejor que hacer.

    Todo esto viene a cuento-o no-de un artículo firmado en El Periódico por uno de los más conspicuos gurús de la actual escuela catalana de la predicción catastrófica. Decía el buen hombre, que arrastra una bien ganada fama de cenizo dado que se ha pasado décadas pronosticando la crisis hasta que finalmente el ciclo económico y su higiénica frecuencia histórica le han acabado dando la razón, que Cataluña estaba en declive …

    Caramba, amigo, qué fuerte! Y por qué? Pues porque «por primera vez en la historia, el peso económico de Madrid (18’71%) el conjunto de España superaba el de Cataluña (18’66%)» ·. Hombre, digo yo, la verdad es la que la diferencia no es para ponerse a llorar: los datos son relativos, es decir, están en relación directa y proporcional, Barcelona no es capital del estado español ni de ningún otro , el gran peso de la administración central y de las grandes empresas nacionalizadas es en Madrid, las inversiones en infraestructuras han sido enormemente desequilibradas a favor del centro, la red de comunicaciones es radial y gira en torno a Madrid … Francamente yo pensaba que a estas alturas de la película, la importancia económica de Madrid en el conjunto de España ya debía ser muy superior a la de Cataluña …

    Porque alguna de estas cosas tendrá algo que ver con el «declive», no? ¿O será verdad lo que dice el imaginativo caballero cuando culpa de esta desgracia a Pujol, Maragall y Montilla, sucesivamente preocupados por cuestiones de menor importancia y, como es evidente, de contenido mayormente identitario?. Serán ellos los culpables de la mayor incidencia del paro en Cataluña que en Madrid? Por cierto, tiene mayor incidencia del paro en Cataluña que en Madrid?

    Decía Alejandro Dumas que los que no son capaces de construir nada, sólo encuentran placer en la destrucción de la obra ajena.

    En este caso, se trataría de la destrucción de la autoestima, el amor propio, de la persistencia en el esfuerzo, de la resistencia frente a la instrumentalización de los datos, las ideas y los sentimientos. ¿De qué son culpables Pujol, Maragall y Montilla? De presidir con la mayor dignidad posible el gobierno autonómico de una nación que algunos niegan?

    Es que no tiene derecho Madrid a crecer y Cataluña a compartir con Madrid la enorme carga de tirar del carro de la economía estatal?

    Son preguntas que me hago muy de vez en cuando, a falta de ocupaciones más interesantes.

    Es decir, pocas veces. Casi siempre encuentro algo mejor que hacer.

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