Según el ”Estudio de la capacidad de producción de biometano en España”, elaborado por Sedigas (Asociación Española del Gas), en colaboración con PwC y la consultora Biovic, España cuenta con un potencial de producción de biometano de 163 TWh/año, una cifra que permitiría cubrir cerca del 43% de la demanda española de gas natural. Este informe se presentó en la sede de Enginyers Industrials de Catalunya, en un acto organizado por las comisiones de Cambio Climático y Economía Circular, Energía e industria Química y Sedigas, el pasado 22 de marzo de 2023.
El biometano es un gas renovable de características análogas al gas natural convencional, y su importancia en la transición energética se ha puesto de relieve, especialmente, desde el comienzo de la crisis de precios y de suministro, derivada de la invasión de Ucrania por parte de Rusia. “La introducción al mix energético del biometano es esencial para cumplir los objetivos de descarbonización, facilitar una mayor soberanía energética, reducir la problemática actual alrededor de la gestión de residuos, atraer inversión a los sectores primarios y ayudar a fijar ocupación en las zonas rurales”, destacó Joan Batalla Bejerano, presidente de Sedigas.
Batalla recordó que el Pla REPowerEU de la Comisión Europea, concebido para acelerar la desconexión de Rusia, le otorga “un papel protagonista para el logro de los objetivos de independencia energética europeos” ampliando hasta los 35.000 millones de metros cúbicos el objetivo comunitario de producción para el 2030. Aun así, Batalla lamentó que el apoyo de las administraciones españolas al biometano haya estado “prácticamente inexistente” y que todo y la aprobación de la Hoja de ruta del Biogás, “todavía hay muchas barreras administrativas, reguladoras, económicas y fiscales que limitan las inversiones en nuevas infraestructuras”.
El estudio muestra que Cataluña tiene un potencial de producción de biometano de 14 TW/año. Pau de la Cuesta, jefe del Servicio de Hidrocarburos de la Generalitat de Cataluña, explicó que están haciendo estudios para valorar la viabilidad de inyectar biogás en la red del gas y que “un 48% de los puntos productores están a menos de 1 km de la red y, por lo tanto, el coste es muy razonable”. De la Cuesta señaló que “el biometano es importante porque descarbonitza, democratiza (porque a través de la red de gas natural puede llegar a todo el mundo) y es un bien escaso (hay que darle un rendimiento de eficiencia)”. El jefe de Hidrocarburos de la Generalitat defendió que “no se tiene que apoyar al biometano a través de primas, la Administración (Ministerio para la Transición Ecológica y lo Rindo Demográfico) puede incentivar con incentivos fiscales y reguladorsi nosotros podemos hacer líneas de ayudas por los puntos de inyección de biogás en la red, subvencionando la obra civil”.
Isabel Tejero, miembro de la Junta de los Ingenieros Industriales de Cataluña y directora de Energía de Bureau Veritas Solutions, quiso remarcar que la “descarbonización industrial no es un proceso sencillo, sobre todo si hablamos de desplazar el uso del gas natural con precios más competitivos que lo biogas”. Pero apostó por este gas verde porque tiene un enorme potencial todavía pendiente de explotar.
Óscar Barrero, socio Consulting de PwC fue el responsable de presentar, más al por menor, el ”Estudio de la capacidad de producción del biometano en España” y dio cifras como que su aprovechamiento supondría la puesta en marcha de 2.326 plantas especializadas, que movilizarían una inversión de casi 40.500 millones de euros, el equivalente al 3,6% del PIB, y generarían cerca de 62.000 puestos de trabajo, entre directos e indirectas, asociados a su operación y mantenimiento. Barrero destacó que “con todo esto, se evitaría la emisión de 8,3 millones de toneladas de metano que, de otro modo, se liberarían a la atmósfera de manera natural por la descomposición de los residuos reutilizados para generarlo”. “El biogás no solo es clave para la competitividad del sector industrial sino también para la supervivencia del sector primario”, añadió.
Jean-Marc Leroy, presidente del Association Française lleva Gaz, explicó la situación del biometano en Francia. “Los nuevos gases renovables son una tecnología madura y las infraestructuras gasistas son esenciales para la competitividad de la transición energética, puesto que aseguran la flexibilidad y optimización del sistema eléctrico”, señaló Leroy.
Durante la conclusión de la sesión, Naiara Ortiz de Mendíbil, secretaria general de Sedigas, y Lluís Pinós, presidente de la Comisión de Energía, coincidieron al destacar que “el calentamiento es imparable y la descarbonización cada día es más importante. Con la electrificación no hay bastante y hay que acompañarla con otras soluciones, como es el caso del biometano”.
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