Con la frontera entre periodista-emisor y público-receptor cada vez más difusa, uno de los medios de comunicación más importantes del Estado hizo el pasado día 20 de junio una apuesta decidida por este nuevo periodismo 2.0. Bajo el nombre de Eskup (decididamente cacofónico por los que somos catalanohablantes) el diario El País abría ese día su propia red social.
Pero que nadie se engañe, no nos encontramos paso ante un clon de Twitter; 280 caracteres en lugar de los 140 de Twitter, posibilidad de incluir fotografías y vídeo en los mensajes … Pero, sobre todo, la principal diferencia es que nos encontramos con una red social con una cierta jerarquización, ya que son los propios redactores de El País los que tienen la potestad de crear temas nuevos y de autorizar a los usuarios ‘normales’ a participar en él. Esto, que en un principio parece contradecir todos los principios de igualdad y fraternidad de la Red, acaba siendo una de sus fortalezas, ya que se da prioridad al criterio profesional del periodista, que tiene la última palabra a la hora de organizar y jerarquizar la información y además, se ahorra el molesto ruido en forma de troll que envenena tantos y tantos debates en la red.
De momento, Eskup ha solventado su primer gran reto informativo, la huelga del metro de Madrid, con buena nota, y ha convertido en una herramienta útil en la portada de la web del diario para enterarse rápidamente de las últimas noticias. Pero el otoño caliente que nos espera, huelga general incluida, será la verdadera piedra de toque para conocer todas las virtudes y limitaciones de esta nueva red social. Estaremos atentos.
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