Soberanista, partidario de la unidad y libre de dependencias con el aparato de los partidos políticos, Ferran Mascarell ha manifestado su decisión de presentarse como candidato a la alcaldía de Barcelona en las próximos elecciones de mayo de 2019. Mascarell, que fue concejal del consistorio barcelonés entre 1999 y 2006, posteriormente ejerció de consejero de Cultura de la Generalitat, y actualmente es Delegado de la Generalitat en Madrid, quiere compartir su proyecto con «el 99% de los barceloneses, sean quienes sean, vengan de donde vengan «y asegura que luchará» para ser alcalde de una Barcelona sin límites, que sea faro de libertad, justicia, prosperidad y bienestar «.
Para el candidato, estos objetivos se expresan en el derecho a la vivienda, el derecho a un trabajo digno (alejada del mileurismo), el derecho a una movilidad eficiente y el derecho a una seguridad fiable, además de impulsar la educación , la cultura, el civismo, la sostenibilidad y el buen gobierno, entre otros aspectos.
Para alcanzarlos, Mascarell reclama un proyecto propio de ciudad que vaya más allá de los intereses de los actuales dirigentes políticos, y el apoyo de un Estado leal, que trabaje a favor de Barcelona. Según el candidato, el actual Estado español es «autoritario en términos políticos, inaceptable en términos judiciales, torpe en términos infraestructurales e injusto en términos territoriales». «Barcelona necesita un Estado propio, justo y representativo», asegura.
Así, ha planteado varias preguntas: «¿Qué impacto ha tenido en nuestras vidas la mala financiación de la Generalitat y sus consecuencias en la sanidad, la educación o las infraestructuras?». «¿Qué resultado ofrece un corredor mediterráneo nunca acabado o el hilo de mercancías del puerto nunca resuelto?». «Nos tenemos que conformar con el paro sistemático de las políticas sociales de vivienda, energía, e infraestructuras, desde hace tantos y tantos años?»
En cuanto al actual gobierno municipal, Mascarell considera que «no tiene proyecto de ciudad» y que sufre un «exceso de ideología». «Las próximas municipales serán un referéndum sobre el modelo de ciudad y del país que queremos: o una capital global sin límites o una ciudad de segunda, una simple urbanización con playa a dos horas de Madrid», asegura.
Para Mascarell, el diálogo es esencial a la hora de recuperar la ilusión colectiva y construir un proyecto de presente y futuro, teniendo en cuenta todas las sensibilidades. «Una ciudad es un ideal compartido que debe salir del buen pensar y del diálogo», afirma.
El candidato independiente indicó que es hora de poner el foco «en lo esencial» y que conviene recuperar un planteamiento de ciudad ambicioso, innovador y propio del momento. En este sentido, Mascarell dice que aspira a la creación de una República catalana y que a la vez se mantendrá siempre dispuesto a dialogar con todas las instituciones, en beneficio de la libertad, justicia, prosperidad y bienestar del conjunto de la ciudadanía.
Así, desde posiciones progresistas desvinculadas de los partidos, Ferran Mascarell se propone el objetivo de aglutinar todas las candidaturas soberanistas «al servicio de la gente», a fin de construir una única lista ganadora de ciudad. El candidato aclaró que su vínculo con la Llamada Nacional para la República es «circunstancial» y que es consciente de que con su candidatura «altera el tablero electoral», pero está comprometido en buscar hasta el último minuto una unidad, a la que no piensa sumarse si se impulsa una lista soberanista que esté «vacía de proyecto de ciudad».
Mascarell dará a conocer más detalles de su candidatura el próximo mes de enero y, en caso de que no haya unidad dentro del soberanismo, no descartó presentarse bajo una modalidad de agrupación de electores.
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