Recuerdo que no hace muchos años, los profetas del desastre proclamaban que Barcelona estaba a punto de convertirse en un gran parque temático y la comparaban con ciudades escaparate destinadas a ser un simple contenedor de turismo de escasa exigencia cultural. Eran los herederos, de los que unas décadas antes habían asociado la imagen de Barcelona con la del Titanic. Pero Barcelona es más tozuda que sus divinos destructores y ahora resulta que es la quinta mejor ciudad del mundo según el Best Cities Ranking que elabora la agencia estadounidense Resonance, después de Londres, París, Nueva York y Tokio.

Es decir, después de tres grandes capitales de tres grandes estados y de la capital absoluta de todas las capitales que se hacen y se deshacen.

Gracias al turismo, tal vez? No exactamente. De hecho es gracias a la opinión de destacados líderes del ámbito del turismo, pero también del talento y la empresa, que ya consideran ampliamente superados los efectos del atentado terrorista de la Rambla y las consecuencias de la persistente «inestabilidad política «.

En un sentido muy similar se expresan los redactores del informe «Identidad y posicionamiento de Barcelona» coordinado desde el área de Promoción de la ciudad Barcelona Activa / Ayuntamiento de Barcelona, ​​impulsores de un estudio coral sobre la marca Barcelona que fue presentado en sociedad el 30 de enero en el Disseny Hub de Barcelona.

Conexión, iniciativa, alma, contrastes (es decir, diversidad), talento y compromiso serían los seis pilares de nuestra marca, según el estudio, que califica la personalidad de Barcelona como singular, curiosa, equilibrada, valiente, curiosa, abierta, ambiciosa e inconformista.

Iniciamos un mes de febrero en el que la moral colectiva puede sufrir algunas dificultades, pero siempre nos quedará Barcelona, ​​una ciudad que ya quiso destruir Al Mansur hace más de mil años y que a pesar de sus persistentes enterradores aún continúa derecha.

Como dijo Corneille en «Le menteur» (El mentiroso), «las genes que vous tuez se portento assez bien». Que traducido al castellano y falsamente atribuido a José Zorrilla, dice «los muertos que vos matáis gozan de buena salud«.

Disfrutamos de él.