
Todo? Hablemos un poco del iPhone 4.
La compañía de Cupertino sacó al mercado el pasado día 24 de junio, con la expectación acostumbrada, la última versión del exitoso iPhone. El nuevo gadget fue, como siempre, un éxito en los mercados de Estados Unidos, Gran Bretaña, Japón, Francia y Alemania, donde fue puesto a la venta en primer lugar, batiendo récords, como ya suele ser costumbre. Mientras, el resto de países del mundo (del mundo desarrollado, queremos decir) se moría de envidia, a la espera de que el iPhone 4 llegara a sus tiendas entre julio y septiembre.
Pero, de pronto, algo empezó a no ir bien.
En los foros de usuarios de Apple aparecieron cada vez más mensajes de usuarios de los Estados Unidos que se quejaban de pérdidas no justificadas de la cobertura. El problema era que no había una respuesta clara a lo que pasaba. Por un lado, desde Apple se dijo que estas personas, cuando tenían que hablar, cogían el aparato por su esquina inferior izquierda, así que la solución por Steve Jobs estaba clara: cogerlo de otra manera. También se dijo que se trataba de un problema del software, que marcaba en pantalla más cobertura de la que en verdad había.
Pero las soluciones que proponían los afectados parecían contradecir estas explicaciones: ponerle una funda de goma en el teléfono o incluso un poco de cinta adhesiva evitaban que los sufridos usuarios se quedaran de repente sin poder hablar con los primos de Omaha. Lo peor, sin embargo, estaba por llegar.
La revista Consumer Reports, portavoz de la Unión de Consumidores estadounidense, analizaba en el número de este julio el nuevo dispositivo de Apple y, para disgusto de la compañía, el veredicto no era positivo por culpa, y eso ya no extrañará a nadie, los problemas de cobertura. El análisis, realizado por un equipo de nueve ingenieros, acababa no recomendando la compra del nuevo iPhone 4. Primera consecuencia, bajada de la cotización de Apple en Bolsa.
Por si fuera poco, alguien a Apple decidió censurar los foros de la web de la compañía cualquier hilo donde se discutiera el veredicto de Consumer Reports, ocasionando un efecto Streisand, que, entre otras consecuencias ha provocado que tú, querido lector, estés leyendo esto. Total, que ante la magnitud que estaba adquiriendo la mancha, desde Apple jugaron su mejor carta. E hicieron volver Steve Jobs de sus vacaciones.
Fue la tarde del pasado viernes cuando el gran gurú de la manzana compareció ante los medios para dar su versión de la historia. No para entonar ningún mea culpa o para ofrecer soluciones. En resumen, Jobs justificarse con
un «nadie es perfecto», dijo que el problema de la cobertura es general, no sólo de Apple, prometió que se
devolvería el dinero a los descontentos y ofreció fundas gratuitas a todo aquel que lo pidiera (siempre que fueran marca Apple, claro). Sobre revisar el diseño del modelo y buscar la raíz del problema, nada de nada.
Y aquí estamos, de momento. Consumer Reports ha reiterado que no recomienda el iPhone 4 (califica el regalo de fundas como «parche»), el resto de empresas del ramo ha criticado duramente las alusiones de Jobs a la competencia y, lo que es peor, la imagen de la m arca ha quedado en entredicho. Veremos como evoluciona todo.
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