Tanto Wimbledon como el Castillo de Tamarit recibieron ayer la visita de numerosas celebridades para asistir a un espectáculo: el primero abierto al público (un partido de tenis) y el segundo del todo privado (una boda). Deseosos de rostros felicidad, los diarios abren con las sonrisas de Federer y de Iniesta, y se rinden alLeer más